lunes, 24 de octubre de 2011

Entrevista a una mamá de un chico con D.A.

¿Qué conductas mostraba su hijo que le llamaron la atención?

Lo que nos alertó en primer lugar fue la angustia que le causaban algunos temas a temprana edad. Por ejemplo, a los cuatro años manifestaba preocupación por la muerte, la salud, el infinito, etc. Si bien había experimentado una cirugía de corazón a los dos meses de edad y descubrió a los tres años a su abuelo muerto cuando llegaba a visitarlo, nosotros no nos percatamos hasta entonces que esto lo había afectado emocionalmente. La contra en estas situaciones es que era muy chico para poner estas cosas en palabras, considerando la complejidad que tienen estos temas para ser abordados aún por los adultos. Como si fuera poco, su experiencia con la maestra de preescolar fue traumática porque a causa de estas particularidades, en vez de estar motivado en el aprendizaje de los contenidos curriculares, sólo él quería encontrarle respuestas a los cuestionamientos personales que antes mencioné. La maestra no supo interpretarlo y lo corregía severamente, lo cual agregaba más angustia y sentimientos de frustración que fueron socavando su autoestima. A su vez, nosotros como padres, hacíamos caso a los requerimientos de la maestra exigiendo y poniendo penitencias porque “él puede pero no quiere” y colaborábamos inconscientemente a empeorar la situación. Cuando nos dimos cuenta que no daba resultado y la postura de la dirección de la escuela era la misma, decidimos el cambio a una escuela pública. Recién ahí vino la sugerencia de recurrir a la consulta pero ya tenía 6 años y estaba en segundo grado. Habíamos perdido un tiempo verdaderamente importante.


¿Le costó mucho dar con un diagnóstico certero?

Después de esto, el diagnóstico llegó relativamente rápido. Después de descartar causas neurológicas, fonoaudiológicas, visuales, etc. Bruno resultó ser disperso con hiperactividad por causas emocionales.


¿Qué tipo de tratamiento realizó? ¿En algún momento estuvo medicado? ¿Qué resultados obtuvo?

Inició tratamientos psicopedagógico y psicológico que le hicieron muy bien pero siempre estaba la traba de que algunas maestras colaboraban y aceptaban las sugerencias de los profesionales y otras, no. Las indicaciones para el abordaje son sencillas pero se debe trabajar en conjunto y cuando esto fallaba se requería la medicación por parte de la docente. Cambiamos de neuróloga para que considerara la posibilidad de la medicación. Fue ahí cuando ya tenía 9 años que se probó con metilfenidato (Ritalina, Rubifén) pero no hacía ningún efecto sobre la dispersión porque está indicado específicamente para hiperactivos, y también con atomoxetina que es un antidepresivo que suele dar resultado en estos casos, pero en él producía depresión.


Hoy en día, ¿está siendo tratado? ¿Nota el progreso?

Actualmente está con tratamiento psicológico, anímicamente está muy bien y recuperando su autoestima en plena pubertad, que no es poco. Pero en cuanto a lo pedagógico como dije antes lo único que da resultado es el trabajo en conjunto de escuela – casa - terapeuta. Entonces, cuando hay más docentes, las variaciones en cuanto a los resultados son mayores.


¿Cómo se muestra su hijo en la casa? ¿Qué medidas toma en el hogar?

Es vago con la tarea. Es su manera de llamar la atención por sobre su hermano menor. Antes me demandaba mucho tiempo con esto pero a sugerencia del psicólogo invertimos la situación: me acerco a él y a su tarea cuando resuelve, logra o, sencillamente, trabaja y no lo atiendo cuando quiere obtener mi atención con conductas negativas.


¿Qué nos puede decir de la vida social de su hijo? ¿Tiene algún tipo de dificultad para relacionarse con sus pares?

En cuanto a las actividades extraescolares es obediente, colaborador, voluntarioso. Interactúa siempre y se da a la conversación siempre y cuando las circunstancias se lo permitan, ya que es demasiado selectivo con las palabras. Esto, en un momento, era un problema porque las limitaciones de vocabulario propias de la edad no le permitían expresar sus ideas sobre todo en los temas que lo preocupaban que eran de mucha abstracción. En esto la terapia fue decisiva, por el entrenamiento que representa en cuanto a poner las cosas en palabras y no en el cuerpo reduciendo hasta desaparecer la hiperactividad.


¿Cómo fue su experiencia escolar hasta el día de hoy? (cambios de escuela, entrevistas con maestros, etc.).

Hasta el día de hoy la experiencia escolar, como dije antes, fue de muchas variaciones, siempre estaban relacionadas al vínculo afectivo que establecía con cada docente y al conocimiento que estos tuvieran del Déficit de Atención.


En su historia escolar, ¿las docentes colaboraron con el tratamiento?

Algunos docentes colaboraron y otros no, por eso lo difícil del tratamiento. Nuestra experiencia nos ha demostrado que todas las escuelas son iguales (esta es la tercera) en cuanto a este tema en particular, pero la diferencia la marcan los docentes: los hay comprometidos con la profesión, con el perfeccionamiento y la conciencia de lo importante que es la educación y otros demuestran que sólo han elegido la docencia como un trabajo más.

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